EL CHIRINGUITO

TRADUCCIÓN SIMULTÁNEA por petición popular:

Existe un lugar donde se abraza a los perdidos. Un lugar donde la vida aguarda en las esquinas.
Yo tengo unos colegas ¿no? Pues hijo, su casa parece un albergue para refugiados, todo dios se queda allí. Y una vez que entras es un no parar.

Donde Argentina te acecha en el tendal y Sodoma está tras una puerta abierta.
Los vecinos son unos argentinos, que están, a que negarlo, muy buenos. Y hay una habitación que… ejem ejem, bueno que hubo dos que montaron fiesta privada dentro. Y creo que va a haber que precintar nenes. O poneros un altar o algo

Donde el azufre aliña ensaladas y besos,
Dios se bajó Sodoma a base de azufre e incendios. Pues a nosotros plim, nos da la risa y nos descojonamos de la represión moral y sexual.

donde el azúcar sustituye al fuego de la crueldad divina.
No nos portamos bien los unos con los otros porque nos de miedo que el altísimo nos fría con hogueritas, si no porque nos queremos, aunque suene cursi (azucar, dulce… you know?).

Existe un lugar donde los ancestros habitan los peces que acaricia mi cuerpo, que busca el tuyo, amor, todas las lunas llenas. Existe un lugar que inspira mis nuevas Escrituras, con sólo un mandamiento, que sois vos.
Hay un chico ¿no?. Pues ese chico hace no sé que arte marcial y tiene un tatuaje que es del maestro de su maestro y… oye mira que no explico más, que todo lo queréis saber.

Hay un lugar donde reinan la bondad y la sal, que une su hogar con la senda que brilla, aún extintas las llamas por Gajiba.
A ver, la sal simboliza en la Biblia la unión sagrada entre dios y su pueblo. La Gajiba en cuestión era una diosa que controlaba el fuego que lo flipas, y la peñuca para honrarla echaba sal a las llamas. Qué pasa, que una fue a la pública pero está leída.
Lo que vengo a simbolizar es la unión entre lo que somos nosotros, y que aún pasada la novedad seguiremos siendo amigos ya pa siempre y eso.

Donde el morado se cura con las risas que iluminan dos almas que es tan difícil no querer que es absurdo negarse.
Hay una que acabó llena de morados y nos descojonados, claro. Y hasta aquí puedo leer.

Donde el sol y la luna extienden la mano al cielo que niego al incapaz de entender la bondad y grandeza de su divinidad.
El sol y la luna son los anfitriones. Y básicamente vengo a decir, que a quién no le guste que no mire. Y que el que no pueda leer más allá de lo aparente, tiene dos luces e intermitentes.

Existe ese lugar, sé que estuve ahí. Sé que me quedé junto a la pasta que dibuja en tu espuma mis sonrisas. Fijaros bien, podéis verlas cada mañana en el espejo del baño. Fijaros bien ¿Las veis?
Todo este rollo para decir que fue genial, que me dejé en plan simbólico el cepillo de dientes en su baño, que volveremos y que a sonreír cada día, que son pocos y cobardes.