¡Y seguimos de parranda! Bruuuum Bruuuuuuuum, el que se suba que asuma el riesgo y el que no que pille el bus, tanta tontería. Me dice una colega que desacelere que tanto carrusel emotivo me va a desgarrar el ánima. Y le contesto que sí, ¡otro whiski!, no va a haber mistol bastante pa limpiar la metralla. Me la sopla, el cañón inservible y el purgatorio forever, que yo pacifista de siempre menos cuando soy guerrera.

Desacelero.
Si el principio fue el verbo, el final está cerca. Lo noto en el vómito de letras y en el clítoris henchido. La retórica ha muerto y se agota la savia chupada con desdén por misántropos marchitos. De mayor poeta maldito, astenia por la locura ajena, preñada de la propia. Infinita la sequedad miope, ahogo de pálpitos y muertes mal veladas.

Segunda y rujo, brum bruuuum.
Trago al arché y carcajada. Y si caigo ¿Qué es la vida?.

Tercera y suma y sigue y vamos y no pares y… SÍ SÍ SÍ SÍ

Cuarta y sin cinturón, niños no hagan esto en sus casas, veinte puntos menos amargos de mate y emociones que arrancan. No me claves, nene, tu pupila azul mientras conduzco, que hay curvas más peligrosas que las mías. A ciento veinte se me mueven los dientes e invado sus fronteras. Mi saliva por tu cuello, será por trueques.

Quinta y… ¿Os queréis bajar?


Semáforo, frenazo y sigo viva. Se me afilan los rasgos por desflores crueles. Siempre me pasa cuando me quedo, así, atrapada entre dos savias, pisando cicatrices. Me supura el dolor de suspiros pasados, amputo la gangrena de caricias en la espalda por demostrar poder y ganar juegos sin reglas definidas, desangro los cortes de páginas heridas.

Meto primera, brumm brumm. Me corta el arranque un perro callejero que me mira. Se me va la derecha por el centro del lomo huérfano de alforjas. Ahogo el grito muerto por sus ojos dolidos, tapono la pregunta de ¿por qué? y decido que mañana, sin falta, sin más demora, sin más excusas, sin más tardar, buscaré a alguien que me enseñe a llorar. El funeral en breve. La despedida ahora.

La despedida ahora.


3 a los que les dio por decir que...:

Dos elefantes se balanceaban
en una cacharrería...
como veían que no se caína
fueron a llamar a otro elefante...

12:09 p. m.  

Yo que usted no le soltaría bromas a una exnovia resentida. ¿O es que no aprecia su vida?
Firmado
El elefante escacharrado

12:26 p. m.  

Te he visto reir. No disimules, que te he visto.

12:55 p. m.  

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