Roto el verbo, pérfido el sujeto. Libre el estilo, osada mi inconsciencia.
Grande el desgaste que ennegrece la piel ahumada por el sol de un ayer. Cualquier ayer.
Siempre es ayer. Siempre es mañana.
A veces hoy, sólo a veces. Escucho a Pedro hablar de amor, de revolución, de proyectos, de futuro.
Ayer, todos en esa sala eramos Pedro.
Mañana, volveremos a ser un solo yo, sin esperanza.
Y hoy, ¿Qué somos hoy? ¿Qué hacemos hoy?
Entrada más reciente Entrada antigua Inicio
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
Yo cada vez veo más claro que, algún día, Pedro nos guiará, y en él confiaremos todos/as. Porque es imposible no hacerlo.
Diego Asenjo dijo...
6:30 p. m.